Así es la vida

Seguía repitiendo estas palabras, una y otra vez, mientras salían las lágrimas de los ojos.

Y quería decirle, que la vida “NO ES ASÍ”, como si nos sucediera de pronto, como de debieramos afrontarla, o conformarnos, o resignarnos, porque no hay nada que hacer.

Que la vida la vamos haciendo nosotros, con lo que vamos sembrando cada día, con nuestras intenciones, nuestros pensamientos, incluso y sobre todo, de esos en los que no somos conscientes.

Y recordé todas las veces que, aún sin decir esas palabras, creía que no había nada que hacer, que la vida, el universo, me había enviado (de una forma malvada), eso que estaba viviendo.

Las veces que no entendía que  la vida es mucho más de lo que la mayoría de las veces alcanzamos a ver.

Me recorde que muchas veces caigo en la culpa, el miedo, los juicios y no soy consciente de mi propio poder.

Y también, de esas declaraciones, que sin darme cuenta, pueden llegar a definir todo mi destino, como cuando digo “bueno, asi es la vida”.

Así llegó Betty ayer, y mientras empezaba a arreglar la casa, me contaba de lo difícil que la estaba pasando, con la inminente separación, sus 4 hijos, y las cosas del marido.

Y me vi ahí. Solo pude decirle, que en algún momento yo estuve ahí, y que viví muchas cosas, pero que más adelante, todo esto pasaría.

Son muchas veces las que tomamos decisiones sin darnos cuenta, y nos sentenciamos a vivir de cierta manera, y lo pensamos, y lo decimos, sin ser conscientes de que somos nosotros en nuestra declaración, que estamos creando el futuro.

Y es natural, porque en ese momento nuestra visión no nos permite explorar otras posibilidades, estamos inmersos en una realidad, sin lograr detener la inercia de los pensamientos.

Pero “y que tal” que paramos un momento, y buscamos considerar un momento, que hay otras formas, que puede ser que en este momento no sepa como, pero de que las hay las hay, que existen no una, sino infinitas posibilidades.

Que tal, que puedo detener un segundo todo ese “rush” que nos atiborra, confunde, para darle paso a algo mas, y que ese algo más, es mas real, de lo que creemos que es real ahora.

Date un momento (si, ahora)…

Para pensar en eso que ya decidiste que así era, pero que en realidad existen, millones, e infinitas posibilidades, que solo hay que empezar a explorar.

Mónica